“EL  BOLSÍN  TAURINO”  DE  CIUDAD  RODRIGO

Publicado en Febrero 22, 2017 


  Durante varios fines de semana de enero y febrero se han celebrado en Ciudad Rodrigo los tentaderos que, organizados por “El Bolsín Taurino”, se vienen celebrando todos los años por estas fechas, previas a las fiestas de carnaval, desde hace ya 61 temporadas, en la capital mirobrigense.

  Acudieron, a la edición de este año 2.017, alumnos aventajados de las Escuelas taurinas de Badajoz, Toledo, Salamanca, Sevilla y otras más, que hicieron todo lo humanamente posible para destacar sobre sus compañeros y poder ser elegidos en las continuas pruebas de selección que se le ofrecen en cada uno de los tentaderos.


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Invitados por el director de El Bolsín, Andrés Sevillano, con su proverbial amabilidad, acudimos a la tienta del día 29 de enero en que fueron lidiadas seis vacas con nuestro hierro de Clairac.

  Los alumnos se propusieron agradar al jurado seleccionador, unos con más arte, valor y conocimientos que otros, pero todos esforzándose en dar la mejor lidia a las exigentes, templadas y constantes embestidas de cada una de las vaquillas.

  Mención aparte merece citarse al piquero Francisco María que dio, una vez más, otra de sus acostumbradas lecciones de toreo a caballo.

  Y así fue cómo terminó transcurriendo una tarde para el recuerdo.


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Publicación de “Tierras Taurinas”

Publicado en diciembre 29, 2012 



  Correspondiente al mes de mayo del año 2012, ha salido a la luz un nuevo opus, en esta ocasión el número 14, de la serie dedicada a las ganaderías bravas que con periodicidad bimensual edita la revista francesa “Tierras Taurinas” (Cultura y pasión), que habitualmente dirige y escribe el periodista, escritor, fotógrafo y ex torero André Viard.

  En esta ocasión el número lleva por título “El Parladé insumiso” y está íntegramente dedicado al encaste Gamero Cívico. En él se recuerda cómo, a partir del lote que adquirió de Fernando Parladé, se modeló este encaste de la mano de Luis Gamero Cívico. Se hace un extenso recorrido por las ganaderías supervivientes, desde la más antigua, Lamamié de Clairac, a las posteriores, Samuel Flores y Félix Hernández Barrera, hoy “Santa Teresa”.



  En su libro, y en palabras de su autor, entre otras cosas, se dice: “¿Qué subsiste hoy de este código de honor que convirtió a los ganaderos en el eje de la Fiesta durante más de un siglo? Protestas de buena fe, la mayoría de las veces desprovistas de sentido, que ya no pueden ocultar la terrible situación de dependencia en que han caído la inmensa mayoría de las ganaderías: unas, de cara a las figuras que les imponen seleccionar sus toros según sus deseos si pretenden venderlos; otras, frente a un mercado que, estrechándose, aumenta el riesgo de exclusión para los que pretenden seguir su propio camino al margen de las modas.”

  Más adelante, concluye:” Afortunadamente, aunque de momento marginalizados, los parladés insumisos sobreviven en la retaguardia de la Tauromaquia, esperando el regreso de su hora, en la que podrá exhibir de nuevo su casta en las mejores plazas y frente a toreros capaces de lucirla. Una casta de la que no carecen en absoluto, y que más bien les sobra…Lo que explica su quimera.”



 

Tentadero

Publicado en diciembre 29, 2012
 

  En el mes de marzo suelen celebrarse habitualmente en La Moral de Castro las tientas de las vaquillas que conforman anualmente cada una de las nuevas camadas. Es el momento en que, empezados a superar los rigores más extremos del duro invierno charro, el ganado comienza a estirarse por las brotadas praderas que ofrecen un pasto fresco y abundante. Las fuerzas en la manada vuelven a recuperarse. La inmediatez de la primavera inunda de nuevos bríos a las jóvenes hembras que van a ser analizadas en una prueba que para ellas va a ser a vida o muerte.



  En la soleada mañana se han encerrado cuatro vaquillas que, bajo la atenta mirada de los ganaderos, van a ser lidiadas por el diestro francés Juan Bautista y por otro torero de reciente alternativa.

  La primera vaca, colorada, acude pronta y en repetidas ocasiones a la puya que le ofrece en la distancia el piquero Francisco María. Después, en la muleta de Juan, el toreo surge como un torrente de arte y templanza entre la finura torera y dominio del maestro y la nobleza y entrega del animal. Ambos no parecen desear que concluya su íntimo diálogo y salen fuera del ruedo de la plaza al campo inmediato, como queriendo el torero invitar a su oponente a que huya si lo desea. Cosa que no ocurre hasta que las fuerzas de la vaquilla se declaran exhaustas.



  La lidia de los restantes animales transcurre también en un nivel de interés. Tres de las cuatro vacas son aprobadas con nota. La satisfacción de Juan, el picador Paco y los ganaderos ha sido, en esta ocasión, completa.